“Algunas carreras no arrancaron y no hay una fecha estimativa”, aseveró desde el centro de estudiantes Fernando Amadío.
La situación del Conservatorio de Música sigue siendo muy complicada a dos meses de la inundación. El edificio principal ubicado en Belgrano al 200 ha quedado inutilizado y solo cuentan para funcionar con parte del inmueble de Lamadrid al 400 y la escuela 18 utilizada desde hace varios años como anexo.
Fernando Amadío, integrante del centro de estudiantes, explicó esta mañana en diálogo con Radio Altos que aún hay alumnos y alumnas que no pudieron iniciar el ciclo lectivo porque los dos edificios que se están utilizando no alcanzan para dictar la totalidad de las carreras.
Aclaró que la información que reciben los casi 1300 alumnos y alumnas por parte de las autoridades de la institución es casi nula y por eso tampoco tienen una fecha estimativa respecto de cuándo podrían iniciarse las actividades en las carreras que todavía faltan.
“El problema que se suma es la falta de comunicación del cuerpo directivo hacia los alumnos y los docentes que también nos llama la atención. Aparentemente hubo movidas de ir a buscar y de visar edificios para funcionar de manera provisoria”, señaló.
Al no contar con un edificio propio y acorde a las necesidades del Conservatorio, dijo que todavía las donaciones que recibieron de dinero no se efectivizaron, por ejemplo con la compra de instrumentos, porque no tienen un espacio donde guardarlos.
Versiones a las que tuvo acceso Frente a Cano dieron cuenta de una reunión entre autoridades del Conservatorio y docentes que no terminó de la mejor manera. Al ser consultado sobre el tema, Amadío confirmó que ese encuentro existió y que se desarrolló en la escuela 18.
Había sido convocada para las 20 y las y los estudiantes que estaban cursando en ese momento fueron obligados a salir del edificio y no les permitieron participar. “Desde el centro de estudiantes quisimos quedarnos, queríamos estar al tanto de la información que se brindara, pero nos retiraron y quedamos afuera. A medida que llegaba un docente, se abría la puerta y se cerraba con llave”, detalló.
Si bien aclaró que no estuvo presente, sí afirmó que según comentarios que recibió, durante la reunión un directivo interpeló de manera violenta a una docente. “Lo que nos dijeron es que iban a armar un acta para denunciar ese acontecimiento”, precisó, por último.