No hay caso. River no mejora. Pese a los refuerzos su juego sigue siendo no solo desprolijo, sino que además no crea situaciones favorables de mitad de cancha en adelante.
Esta noche, en Mendoza, empató 0 a 0 con Godoy Cruz dejando otra pobre imagen ante un equipo que, como el mendocino, todavía no ha ganado en el campeonato.
La expresión en el rostro de Gallardo, prácticamente a lo largo de todo el partido, ha reflejado lo que pasa hoy en River dentro del campo: flojas actuaciones individuales, salida confusa desde el área, poca creatividad para pasar al ataque desde la mitad de la cancha, y consecuentemente pocas situaciones de verdadero peligro frente al arco del rival.