El fuego no da tregua en Corrientes y las condiciones meteorológicas complican cada vez más el trabajo de los brigadistas, con temperaturas extremas en medio de la brutal sequía que atraviesa la región.
En total, las llamas consumieron ya más de 200 mil hectáreas en lo que va del año y, por día, se quemaron más de 7 mil en la última semana.
Al hacer un relevamiento de la zona afectada por las llamas, el coordinador del Comando Operativo de Emergencia (COE) de la provincia, Bruno Lovinson, informó que durante el mes de enero se perdieron 127 mil hectáreas.
Por otro lado, en lo que va de este mes, se consumieron 73 mil hectáreas, de acuerdo con los datos que preciso al medio local Diario Época. Así, solo durante la semana pasada, se quemaron 7.700 hectáreas en promedio cada día.
El lunes los trabajos se concentraron nuevamente en el área de Bonpland y Perugorría, donde persisten dos focos activos. Según publicó El Territorio, colaboran bomberos voluntarios, brigadistas y policías, que cuentan con el apoyo de varios aviones hidrantes y con la asistencia de la Dirección Provincial de Vialidad de Corrientes, puesto que el domingo se vieron obligados a cortar la circulación en la Ruta Nacional 14, debido a la cercanía de las llamas con la calzada.
Pese al incansable trabajo de los brigadistas, las condiciones climáticas en toda la provincia son poco alentadoras. Durante el fin de semana, se registraron temperaturas extremas, una situación que se replicó ayer y lo hará nuevamente hoy.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta roja por calor agobiante en gran parte del territorio correntino. En ese sentido, la máxima pronosticada superará los 40 grados y el cielo permanecerá parcialmente nublado. Las ráfagas de viento alcanzarán una velocidad de entre 42 y 50 km/h. Se espera que la situación cambie el miércoles, con la llegada de las primeras lluvias, puesto que está previsto que se registren tormentas a partir de la mañana, condiciones que se extenderían hasta el jueves 13 de febrero.
Durante el fin de semana, los trabajos también se focalizaron en Bonpland. En esa oportunidad, Lovinson aseguró que el foco se encontraba “muy activo” y dijo que era “muy peligroso”.
En un diálogo con Infobae, el funcionario explicó que “la situación es complicada por la meteorología”, debido a la sequía prolongada, temperaturas diarias de hasta 38 grados y fuertes vientos, factores que han favorecido la propagación de los incendios. La gravedad del panorama recuerda la temporada 2020-2021, cuando el fuego consumió un millón de hectáreas de campos y humedales.
El sábado por la tarde, los esfuerzos de combate al fuego se concentraron en Colonia Liebig, Ita Pucú (Mercedes), Ayuí Grande, Perugorría y María Chica (Curuzú Cuatiá). Aún no se han determinado las causas de los incendios, aunque es habitual que se originen por descuidos humanos o de manera intencional.
Las llamas se propagaron rápidamente debido a los fuertes vientos y las altas temperaturas del verano en la región, mientras la presencia de material combustible favoreció su expansión. Durante la semana pasada, varias zonas fueron afectadas, entre ellas Curuzú Cuatiá, Mercedes, Perugorría y Villa Olivari.
La falta de lluvias significativas en los últimos tres meses ha agravado la crisis en Perugorría, según Carina Tomasella, presidenta de la Asociación Rural, quien describió la situación como “un infierno”. Desde Curuzú Cuatiá, Daniel Panario, titular de la Sociedad Rural local, informó que en febrero ya se habrían quemado unas 25.000 hectáreas, mientras que en Mercedes, Carlos Roldán, presidente de la Sociedad Rural, señaló que el fuego ha arrasado entre 20.000 y 25.000 hectáreas en los últimos diez días.
Fuente: diario Infobae