Para Martín Salaberry no hay dudas de que el intendente Federico Susbielles y el excandidato a jefe comunal Oscar Liberman son socios políticos y remarcó que quedó explicitado ayer luego de que el bloque de ocho concejales de Unión por la Patria votó a favor de que un edil libertario, Mauro Reyes, quede al frente de la presidencia del cuerpo deliberativo.
Esta mañana en diálogo con Radio Altos recordó que en diciembre de 2023 el oficialismo votó en contra de que María Teresa Gonard, también edil libertaria, ocupe la presidencia del Concejo argumentando que le correspondía ese cargo a un representante de Unión por la Patria. Sin embargo, ayer no planteó ese mismo argumento y aprobó la designación de un concejal de La Libertad Avanza.
“Además mirando las votaciones del año pasado en el Concejo, desde el primer día hasta hoy, absolutamente en todas las votaciones, el sector libertario de Liberman votó con el kirchnerismo. Hay un acuerdo bien claro que ahora se explicita y se hace nítido en esta nueva designación de autoridades”, enfatizó.
Subrayó que Liberman, a quien tildó de “topo”, era el instrumento que necesitaba Unión por la Patria para ganarle a Juntos las elecciones de 2023. “Necesitaban tener la boleta de La Libertad Avanza que sea funcional a ellos, que sea un tipo de ellos. Liberman es un tipo de ellos, lo que pasa es que nadie lo dice, pero yo me animo a decirlo porque lo sé: forma parte del riñón del mismo esquema de poder”, expuso.
Para Salaberry, hay un nuevo oficialismo en Bahía Blanca integrado por el kirchnerismo y libertarios, entre ellos, Reyes y Vanina Linzuain y estimó que Carlos Alonso y Martín Barrionuevo se sumarán a ese grupo.
“Hay que ir viendo el hilo conductor, el mismo grupo de poder, y cuáles son las terminales. Esas terminales en Bahía Blanca trascienden lo político y tienen que ver con lo económico. Por eso digo que son exactamente lo mismo”, manifestó.
Y agregó sin dar nombres: “Hay terminales con fuerte interés económico en el puerto y en distintos sectores de la ciudad que a veces son los que impiden que la ciudad se desarrolle en términos de una mirada integral y que pretenden, si hay un negocio en Bahía Blanca, quedarse ellos con ese negocio. Y eso tiene también terminales políticas”.
En ese punto, diferenció la posición de la Unión Cívica Radical y aseguró que no son parte de las mencionadas terminales políticas y económicas. “Tenemos diálogo con todo el mundo, con todo el empresariado, pero no trabajamos para alguien. Tenemos muy clara la distinción entre la actividad política y la actividad privada, sabiendo de que tiene que haber una interacción público-privada, pero que no puede haber cooptación de los dirigentes que terminan representando un interés económico”, remarcó.