Durante octubre, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) fue de 1,4% mientras que la de la canasta básica total (CBT) fue de 2,3%.
Una familia tipo precisó ingresos por, al menos, $986.586 para no ser considerada pobre y $434.620 para evitar la indigencia en octubre. En ambos casos, el aumento mensual de las cifras quedó por debajo del incremento de los precios, que fue de 2,7%.
Así se desprende del informe de valorización mensual de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). La primera, que define si una persona es indigente o no, anotó un alza de 1,4% mientras que la segunda, que actúa como línea de pobreza, registró un incremento de 2,3%.
En cuanto a la CBA, acumuló una suba de 80,6% en los primeros diez meses de 2024 y pegó un salto de 170,6% con respecto a igual mes del año anterior. La CBT experimentó un avance de 99% entre enero y octubre y acusó una variación interanual de 185,7%.
Para realizar el cálculo de las canastas, el INDEC toma en consideración a una “familia tipo” compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8.
La CBA se determina en función de los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades. Esto se denomina “adulto equivalente”.
Al mismo tiempo, se seleccionaron los alimentos y sus cantidades en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo), un patrón de consumo de la ciudadanía.
“Para determinar la CBT se amplía la CBA considerando los bienes y servicios no alimentarios. La estimación se obtiene mediante la aplicación del coeficiente de Engel (CdE), definido como la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia”, explica la entidad encabezada por Marco Lavagna.
Fuente: Perfil