Uruguay perdió contra Perú en Lima por 1 a 0, en una actuación que tuvo todos los condimentos sugerentes, luego de una semana en la que Marcelo Bielsa fue señalado desde diversos ámbitos. El local logró la primera victoria en las eliminatorias y la Celeste exhibió su peor versión. Casi sin luchar.
Un rato más tarde, en la conferencia de prensa, el director técnico argentino fue consultado por las demoledoras críticas de Luis Suárez, el goleador de Uruguay recientemente retirado. Respaldado por ex compañeros: varios coincidieron con el pensamiento del artillero de Inter Miami. Y Bielsa quedó debilitado. ¿Tuvo impacto eso en el desarrollo del partido, en la pobre tarea celeste? Pareció que sí. Hasta en la floja respuesta del arquero Sergio Rochet en el gol.
“Mire, influencia no tuvo ninguna. Me pareció que la entrega del equipo fue muy generosa, más allá de cómo hayamos jugado. Lo que pasó en la semana no condiciona… No lo vinculo con cómo jugamos. Ni creo que haya tenido efecto [el hecho de] que haya sido una semana de mucha efervescencia ¿no?”, sostuvo, ante la primera pregunta por el tema.
“Respecto a cómo operó sobre mí la situación, no ignoro todo lo que pasó y sé que mi autoridad queda de algún modo afectada. Hice con la máxima seriedad la preparación del partido y la respuesta fue la misma de siempre, no alteró nada. Ni el funcionamiento del grupo; todo fue igual a lo de siempre. Para resumir: lo que sucedió no tuvo efecto en el rendimiento, en la actitud con la que se afrontó el partido. Eso sí: no ignoro todo lo que pasó”, insistió, con la mirada fija y esquiva de siempre, aunque visiblemente debilitado por esta situación.
Un rato antes, Perú había vencido a un desdibujado Uruguay en Lima y salido del fondo de la clasificación para el Mundial 2026, que este viernes completó su novena fecha. El gol fue anotado de cabeza por el defensor Miguel Araujo a dos minutos del cierre en el Estadio Nacional.
La Celeste quedó al borde del KO en la relación cuerpo técnico-plantel en una semana de turbulencias generadas por las declaraciones de Luis Suárez, que se retiró de su selección en septiembre. El atacante fue duro acerca de las formas de relacionarse del rosarino, e indirectamente propició una reunión de los principales futbolistas del seleccionado con Ignacio Alonso, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), y una posterior de los deportistas con el propio Bielsa.
“La pregunta que puede hacerme de ese tema corresponde al ámbito privado. No voy a responder sobre el contenido de los encuentros ni de los temas revisados. Más no puedo decir; entiendo que corresponde a la intimidad de un grupo. Desde mi punto de vista, hay que hacerlo internamente. En el fútbol todos sabemos cuándo las cosas son positivas. Son positivas cuando los grupos que están en entredicho, porque está claro que quien está en entredicho soy yo… Entonces, evaluar los efectos de todas estas cuestiones implica referirse a ellas. Recorrerlas, explicarlas. Todo eso no me gusta hacer. Prefiero no hacerlo”, comentó. La frase que define el nuevo escenario fue, en cambio, la siguiente: “Sí digo que se evaluó la forma en la que yo ejerzo la conducción del grupo”.
Además, Bielsa se refirió al partido. Uruguay no marcó goles en los últimos tres. “Ellos no generaron situaciones de gol, prácticamente. Tuvimos más la pelota, pero no creamos peligro. Ellos, cuando atacaron, fueron mejores que los nuestros. Era un partido que debió terminar empatado. La actuación de nuestro equipo es la misma, la valoración es la misma. No haber creado peligro es algo que de alguna manera define la actuación. No fue positiva”, advirtió el entrenador.
Casi no movió el banco de suplentes, y eso generó sospechas. Hizo apenas dos cambios; uno, en el comienzo de la segunda mitad, y el otro, en el final. “Uruguay tiene individualidades para generar situaciones de gol, peligro. Evidentemente, me siento responsable. Con los jugadores con que contamos de mitad de cancha en adelante, la proporción de jugadas de gol es muy baja. Usted [contestaba a un periodista] me dice que debería haber cambiado nombres propios para revertir la falta de llegada. No consideré que podía hacer ingresar a jugadores que mejoraran lo que estábamos gestando. Aunque lo que generábamos era poco”, razonó.
Y dejó otras dos apreciaciones sobre sí.
El próximo desafío será Ecuador en Montevideo. Y el futuro de Bielsa está en suspenso.
Fuente: diario La Nación