“La mayoría son personas con 20 años de antigüedad; teníamos a cargo desarrollos productivos en todo el país”, se lamentó Pablo García.
La motosierra de Javier Milei no se detiene, en particular en la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. En total 50 técnicos del INTA que forman parte del programa “Cambio Rural” recibieron la notificación de que no les renovarían a partir de octubre el contrato y que el programa que se creó hace más de 30 años será eliminado.
El responsable de la iniciativa en Bahía Blanca es Pablo García quien esta mañana en diálogo con Radio Altos indicó que el lunes por la anoche recibió el correo electrónico con la confirmación de que se quedaba sin trabajo.
“Tienen un desprecio (el presidente y su Gabinete) muy grande no solo por quienes somos trabajadores del Estado, quienes somos con mucha honra empleados públicos, sino también por las tareas que llevan estas dependencias adelante. El desprecio es de una magnitud enorme con todo lo que tenga que ver con personas de bien, con un Estado presente generando capacidades y oportunidades”, criticó.
Recordó que “Cambio Rural” que dependía de la Secretaría de Agricultura y articulaba con el INTA, nucleó hasta el pasado lunes a alrededor de 700 grupos de productores (cada grupo integrado por 10 productores) de todo el país.
En su caso trabaja con 12 grupos, entre otros, de productores hortícolas, criadores de cerdos, pescadores, cebolleros y turismo rural.
La tarea del técnico consiste en asistencia precisamente desde lo técnico a las y los productores con el objetivo de que mejoren sus condiciones de infraestructura, de desarrollo productivo, de distintas instancias de comercialización y la formalización de algunas actividades.
“El interrogante es cómo seguirá la situación de esos productores. Dentro de la estructura del INTA, “Cambio Rural” fue durante muchos años y hasta el lunes, la pata de la extensión, la herramienta para llegar con información técnica a los productores”, remarcó.
El programa alcanza a pequeños productores que tienen menos de 3 hectáreas.
En abril el gobierno de Milei ya había dado de baja al programa Prohuerta que también contaba con el acompañamiento de profesionales del INTA, aunque en ese caso no se avanzó con despidos.
García no dudó en subrayar que para la gestión libertaria las y los productores que formaban parte de “Cambio Rural” tiene que quedar colgados del pincel”. Y, en ese sentido, se refirió al vínculo, más allá de lo laboral, que los coordinadores de los grupos como su caso generan con las familias de productores a lo largo de los años.
“Es difícil no hacer nada más con ellos, es muy difícil retirarnos. Ahora tenemos que resolver la situación laboral y la continuidad de los espacios de esos productores”, recalcó.
Afirmó que ya están analizando alternativas para que el trabajo de más de 30 años no se termine de un día para otro. “Hay ofertas de ayuda y colaboración y creo que irá por ahí. Esto no lo vamos a dejar caer aunque aún no sabemos con qué formato vamos a seguir”, admitió.
Por último, defendió la figura de la y el empleado público y apuntó contra la gestión de Milei por posicionarlos como enemigos: “Tratan de instalar la mirada de que el Estado es el enemigo de la sociedad y de que todos los problemas son por culpa del Estado y de los empleados públicos”.