En México, la tormenta dejó al menos 16 muertos, mientras que en Estados Unidos la cifra de víctimas fatales ascendió a 63.
México y Estados Unidos fueron azotados este fin de semana por dos de los huracanes más fuertes del año. En el primer caso, el huracán John dejó al menos 16 muertos en el sur del país, mientras que Helene dejó estragos en varios estados como Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Tennessee, con sus fuertes vientos y lluvias torrenciales.
“Lamentablemente el número de fallecidos, según la Fiscalía estatal (de Guerrero), es de 15 personas“, escribió en la red social X el presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras que las autoridades del estado vecino de Oaxaca confirmaron un muerto más.
Por su parte, Manuel Maza, director de protección civil del vecino estado de Oaxaca (sur), confirmó a la AFP la muerte de una persona, aunque esta víctima no ha sido incorporada al reporte de las autoridades federales.
John impactó la noche del lunes a martes como un potente huracán de categoría 3 de la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5) en una zona despoblada del Pacífico mexicano, pero desató lluvias que provocaron deslaves e inundaciones en Guerrero y Oaxaca.
El fenómeno se debilitó en tierra, pero sus remanentes volvieron al océano y recuperaron fuerza de huracán el jueves, antes de reingresar al país por el estado de Michoacán (oeste).
Las tormentas en Estados Unidos dejaron al menos 24 muertos en Carolina del Sur, 17 en Georgia, 11 en Florida, 11 en Carolina del Norte y una en Virginia, según las autoridades locales. Además, al menos 2,7 millones de personas continúan sin electricidad.
Los rescatistas continúan trabajando para asistir a las miles de personas afectadas por la tormenta Helene en el sureste del país. Los caminos quedaron inundados, hubo cortes de luz y se dificulta que llegue comida por vía aérea a las zonas damnificadas.
“Continúan las búsquedas y esfuerzos de rescate de los oficiales locales, estatales y federales”, informó Lori Moore-Merrell de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias.
“Hay un importante cierre de vías debido al agua estancada y los riesgos impiden los esfuerzos de respuesta, incluyendo reanudar la energía, la limpieza de escombros, las búsquedas y rescate y la evaluación del daño”, agregó.
Todavía están activas tres alertas de inundaciones repentinas en el oeste de Carolina del Norte ante el riesgo de ruptura de represas, informó el director del Servicio Meteorológico Nacional, Ken Graham.
El funcionario agregó que se espera que el tiempo mejore en las áreas afectadas entorno al martes.