Infancias y hambre: afirman que en Bahía “no está instalada” la desnutrición primaria

En el mes de julio un grupo de 700 médicos y médicas pediatras envió una carta al gobierno nacional en el que advertía sobre la alimentación de las y los niños y adolescentes de Argentina.

“No al hambre en las niñeces” era el título del documento en el que se reclamaba a la gestión de Javier Milei que cese con la desfinanciación de los programas de seguridad alimentaria y en contrapartida cumpla con las leyes vigentes.

Esta mañana en diálogo con Radio Altos, la Dra. bahiense María Ernestina Reig, pediatra neonatóloga que la Sociedad Argentina de Pediatría, afirmó que en Argentina dada la extensión geográfica y la diversidad de sus poblaciones hay diferencias en cuanto a la situación de niños, niñas y adolescentes respecto a la alimentación.

“En el norte, por ejemplo, está presente la problemática de la desnutrición. En Bahía Blanca, en cambio, desnutrición primaria no estamos viendo”, remarcó.

Explicó que la desnutrición primaria es aquella que depende solamente de la cantidad y calidad de alimentos, mientras que la desnutrición secundaria depende de una enfermedad que cause desnutrición.

Si bien aclaró que en los consultorios no están advirtiendo casos de desnutrición primaria, de todos modos, las y los profesionales “están muy atentos” debido a la situación actual del país con una compleja situación social y económica, en medio del ajuste del gobierno de Milei.

La Sociedad Argentina de Pediatría, contra la baja de la edad de imputabilidad

La pediatra Reig también se refirió en Radio Altos al documento que publicó recientemente la SAP sobre el proyecto del gobierno nacional de bajar la edad de imputabilidad.

“Poner solo a la edad en la discusión es muy simplista dada la complejidad de estos niños, niñas y adolescentes en conflicto penal”, enfatizó y agregó que solo el 2,6% de los delitos los cometen en Argentina menores de 18 años.

Asimismo, planteó la necesidad de poner el foco en aquellos determinantes sociales y culturales que influyen en las y los menores.

“Hay que avanzar en una prevención general sobre factores sociales y en prevención específica en aquellos adolescentes que tienen una conducta ilícita”, remarcó.

Y subrayó que lo expuesto por la SAP no significa no sancionar el delito, sino que esa sanción no esté homologada con la de las y los adultos.