El titular de la banca radical en Diputados subrayó además que la UCR debe ser un "oficialista del cambio".
Rodrigo de Loredo, presidente del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), brindó declaraciones a Radio Rivadavia luego de que cinco diputados de su partido cambiaran su voto y evitaran que la Cámara de Diputados lograra los dos tercios necesarios para ratificar la ley vetada por el presidente Javier Milei, que otorgaba un aumento a las jubilaciones. Este cambio de postura generó un escándalo político que puso en el centro de la escena a la UCR, y permitió a De Loredo exponer sus diferencias con Martín Lousteau, presidente del partido, quien viene manteniendo una postura más crítica frente al gobierno.
De Loredo fue enfático al referirse a Lousteau, cuestionando su liderazgo en la UCR y acusándolo de dirigir al partido hacia un rumbo errático. “Creo que es errático el rumbo que le da a la conducción del partido, que excede ampliamente la figura de las personas, que excede ampliamente la figura de la Ciudad de Buenos Aires”, sostuvo el diputado cordobés.
El principal punto de discordia entre ambos líderes es la forma en que se relacionan con el gobierno. Mientras que Lousteau adoptó una posición más distante y crítica hacia la administración actual, De Loredo aboga por darle tiempo al gobierno para implementar las reformas necesarias. “Cada vez que el gobierno nacional tuvo una actitud conservadora y volvió para atrás con el cambio que necesita la Argentina, yo tuve diferencias. Pero cuando tomó decisiones a favor del cambio, como el equilibrio fiscal, hemos acompañado”, explicó De Loredo.
De Loredo no solo cuestionó la gestión de Martín Lousteau en la Unión Cívica Radical (UCR), sino que también puso de relieve las crecientes tensiones internas dentro del partido, particularmente en relación con el rumbo que debe tomar la UCR frente al gobierno de Javier Milei y su rol en la coalición opositora. Las diferencias entre ambos dirigentes no son recientes, pero los últimos acontecimientos, como el voto dividido en la Cámara de Diputados, profundizó las grietas.
Una de las principales críticas de De Loredo hacia Lousteau se centra en lo que él percibe como una visión excesivamente porteña del liderazgo. “El partido tiene una historia y una cultura de comportamiento institucional que trasciende a las personas y a la Ciudad de Buenos Aires”, comentó el diputado cordobés.
Por otro lado, el legislador cordobés manifestó preocupación por las posibles alianzas que algunos sectores de la UCR, en especial en la Ciudad de Buenos Aires, podrían estar explorando con fuerzas políticas afines al kirchnerismo. Aunque no señaló directamente a Lousteau, sí dejó en claro que cualquier intento de acercamiento con el kirchnerismo sería visto como una traición a los principios del partido. “Sería imposible que el radicalismo se acerque al kirchnerismo. Eso sería un delirio total y destructivo”, sentenció.
En la entrevista, subrayó que la Unión Cívica Radical (UCR) debe ser un “oficialista del cambio”. Según sus palabras, el partido está comprometido con una agenda de transformación que trasciende las diferencias internas. De Loredo destacó que dentro de esa agenda hay diversidad de enfoques: algunos más liberales, otros más prudentes, pero todos, en última instancia, alineados con la necesidad de que Argentina avance hacia un futuro de estabilidad y progreso. “Nosotros estamos dentro de la agenda del cambio, dentro de ese cambio te gusta más uno, más otro, uno más prudente, uno más razonable, uno más liberal, uno un poco menos liberal, uno más heterodoxo, otro más ortodoxo, pero nosotros tenemos que ser oficialistas del cambio“, sostuvo.
Un ejemplo de esa postura es su respaldo a la agenda regulatoria de Federico Sturzenegger, la cual acompaña “de punta a punta”. De Loredo elogió el énfasis del gobierno en el equilibrio fiscal, considerándolo un pilar fundamental para la estabilidad económica de Argentina. “El planteo económico del gobierno de que sea un mantra el equilibrio fiscal es un absoluto acierto, lo podemos meter ahí, tenemos estas discusiones con los jubilados, la calidad del ajuste, pero la baja inflación y el equilibrio fiscal es una estabilidad necesaria para cualquier proyecto del futuro que se venga”, afirmó.
En cuanto a la agenda cultural y política, De Loredo señaló que el radicalismo tiene un adversario claro en la cultura del peronismo y, en particular, del kirchnerismo. Para él, el kirchnerismo representa un pasado de impunidad, corrupción y prácticas populistas que no se pueden permitir volver. “El radicalismo tiene una contracara cultural y un adversario que es todo lo que representa la cultura del peronismo y particularmente el kirchnerismo”, afirmó.
Fuente: Cronista