El Gobierno de Bolivia anunció la ampliación de las vacaciones escolares una semana más, debido al frente frío que azota al país. La medida, que abarca los nueve departamentos del país, busca proteger la salud de los estudiantes y evitar un mayor contagio de enfermedades, señalaron en rueda de prensa los ministros de Salud y Deportes, María Reneé Castro, y de Educación, Omar Veliz.
El receso escolar, que inicialmente estaba previsto para dos semanas para concluir el próximo lunes 15 de julio, se extenderá hasta el 22 de julio con la nueva disposición. El ministro de Salud explicó que la decisión se toma en el contexto de una endemia de enfermedades respiratorias, con un aumento significativo de casos de neumonía en la última semana.
En la última semana epidemiológica se observó un incremento en 80 casos, que es un 3,6 por ciento, con relación a la semana anterior en el canal endémico, es decir que hubo un incremento de las neumonías con respecto a la semana anterior”, señaló Castro. El próximo miércoles, el Comité Interinstitucional se reunirá nuevamente para evaluar la situación sanitaria y climática del país, para determinar si es necesario realizar alguna modificación adicional al calendario escolar.
La ministra Castro recomendó a la población tomar medidas preventivas para evitar el contagio de enfermedades respiratorias, como la vacuna contra la influenza, lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca al toser o estornudar, evitar el contacto con personas enfermas y ventilar adecuadamente los espacios cerrados. Por otra parte, más de 56.000 familias damnificadas dejaron hasta la fecha las sequías y heladas que se registran en gran parte de Bolivia, informó el vicepresidente de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
El funcionario alertó también en conferencia de prensa que “la situación por estos cambios bruscos de temperaturas está afectando a los municipios en su producción agrícola”. Explicó que las heladas ingresaron por el sur del país sudamericano y afectan a los departamentos de La Paz (oeste), Cochabamba (centro), Santa Cruz (este), Oruro (oeste), Potosí (sudoeste), Tarija (sur) y Chuquisaca (sur), el cual declaró estado de emergencia ante la gravedad de la situación.
“Son 17.776 familias condenadas por las heladas y granizadas en el país”, detalló Calvimontes. Expresó que a esta grave situación se suma la sequía que afecta sobre todo a las zonas del altiplano y los valles, regiones bolivianas tradicionalmente dedicadas al cultivo de granos y hortalizas. “Son 13 municipios declarados en desastre municipal (por sequía), 12 en emergencia municipal. Son 27 los municipios afectados, 364 comunidades; hay 38,261 familias damnificadas”, precisó.
El viceministro planteó que se teme que el escenario se agravará en los próximos meses, impactando severamente la seguridad alimentaria de los bolivianos, por lo que el Gobierno ya implementa medidas para paliar los efectos, incluyendo medidas de apoyo a la producción agrícola y la distribución de ayuda humanitaria a las familias afectadas. El estatal Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) emitió alerta naranja por riesgo de heladas hasta el próximo 15 de julio, especialmente en los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija.
Fuente: NA