Desde CAMARCO, Diego Moguiliansky advirtió que el gobierno nacional sigue sin cancelar deudas con las empresas constructoras por trabajos ya ejecutados.
La situación de la obra pública sigue siendo muy complicada porque el gobierno nacional mantiene su posición de no destinar fondos para reactivar, al menos, los trabajos que estaban en marcha antes de asumir Javier Milei la presidencia.
En febrero pasado el presidente de la delegación local de la Cámara Argentina de la Construcción, Diego Moguiliansky, había afirmado que la situación era angustiante. Hoy aseveró que la situación no ha cambiado mucho.
En diálogo con Radio Altos precisó que el único cambio que se registró es que ya tienen interlocutores con el gobierno nacional. “Empezaron a llenar casilleros, ahora tenemos interlocutores, pero no hay definiciones. Los funcionarios nos dicen que no tienen el ok dl Ministerio de Economía para afrontar primero las deudas”, remarcó.
En ese punto, recordó que las empresas constructoras siguen reclamando a Nación que cancele las deudas por trabajos ya ejecutados.
Sobre la paralización de la obra pública, informó que algunas provincias comenzaron a hacerse cargo de los trabajos. “La obra paralizada implica obreros en la calle”, advirtió.
Si bien aclaró que no hay números oficiales, en Bahía Blanca la no reanudación de la obra pública afecta a alrededor de 5000 trabajadores, entre directos e indirectos.
Enumeró que en nuestra ciudad y la zona siguen paralizadas las obras de recambio de cañerías de agua, el Paso Urbano, la ruta 33 y la ruta 51, entre otras. “Todo parado con el peligro que implica que esas esas obras estén paradas; vamos a empezar a ver otro de los efectos de la paralización de la obra: cuando no se arreglen baches en las rutas y haya accidentes o cuando no se continúe con obras ferroviarias y el mal estado de las las vías provoque que descarrile algún tren”, planteó.
En cuanto a la actividad privada, explicó que allí radica otro problema que es la coyuntura: “No hay demasiado dinero para invertir, los costos para construir están muy altos y no se vende, o se vende pero a valores muy baratos”.
Y completó: “Las empresas nos comentan que hasta venden por debajo del costo para poder sobrevivir financieramente. Las empresas están muy complicadas y a nivel nacional hay empresas que están quebrando; por ahora en Bahía eso no está pasando”.