El presidente del Colegio de Farmaceúticos de Bahía Blanca, Juan Perlotti, indicó que las ventas en farmacias registran una caída de 40%.
Desde el 1 de noviembre cuando la gestión de Alberto Fernández avanzó con la desregulación del precio de los medicamentos, los valores comenzaron a aumentar considerablemente y se sumó como agravante que asumió la presidencia Javier Milei, quien profundizó la política de no intervención del Estado.
“El aumento fue bastante significativo, viene desde noviembre cuando se desreguló el precio. Soltaron la mano y dijeron que no había más regulación para los medicamentos, se pusieron al día luego de mantener el precio por debajo de la inflación. Ese sogazo no terminó de hacerse”, planteó esta mañana en diálogo con Radio Altos el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Bahía Blanca, Juan Perlotti.
Enfatizó que los medicamentos “no dejan de aumentar” y que el porcentaje de incremento es muy significativo: “En la mayoría de los casos la gente no puede acceder”.
“Afiliados de obras sociales que a pesar de cubrir el 40% deciden o nos preguntan qué es lo más importante para llevar y de cuatro medicamentos se llevan dos. Por ejemplo, me tocó atender a una persona con IOMA, que tiene un promedio de cobertura del 20%, y de tres medicamentos se llevó uno. Se llevan el medicamento que mejor les hace o el que consideran más importante”, advirtió.
Así muchas personas están dejando sus tratamientos sin completar y Perlotti no dudó en alertar que estas situaciones “traerán consecuencias a futuro” para la o el paciente.
“No se puede tomar al medicamento como un bien de mercado, es un bien social, tiene que tener ciertas regulaciones y la gente tiene que poder acceder”, recalcó y agregó que las ventas en farmacias registran una caída del orden del 40%.
Sobre las situaciones que se presentan en las farmacias de manera cotidiana, señaló que la gente se pone mal, se angustia muchísimo porque tiene que elegir qué medicamento llevar y alertó que “para la gente mayor en la mayoría de los casos es cuestión de vida o muerte” poder continuar con sus tratamientos.
Respecto a las subas, aclaró que no se sabe cuál es el techo: “Los números van creciendo y la dispensa está en caída libre”.
Y agregó que esa caída en las ventas refleja que las personas no están completando sus tratamientos y las consecuencias se verán a futuro con un aumento en las atenciones hospitalarias y las internaciones. “Es un tema de salud pública”, subrayó.
Por último, insistió en que se está tomando al medicamento como un bien de mercado, como cualquier otro bien de intercambio, creyendo que su precio se autoregulará con la oferta y la demanda y con el propio mercado, pero manifestó que “esto ya pasó y no fue así”.